Definición de la homeopatía en la RAE:

Sistema curativo que aplica a las enfermedades, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir.

Según algunos, esta definición viene a ser una especie de garante o de justificación, de cara a la población española, de la capacidad curativa de la homeopatía. No lo había pensado hasta ahora, pero me alegro de que así sea.

Lo que me ha llevado a pensar en ello es una iniciativa de la RAE que responde a la demanda de un colectivo de ideólogos radicales de Twitter (desafortunadamente rebautizada por algunos como la “red del odio” por la forma en que algunos se expresan abusivamente en ella), que parece tener más influencia que otras en los políticos, en los medios y en algunas instituciones.

Eso, a pesar de la limitación de caracteres que no permite explicaciones sesudas sino opiniones simplificadas. Ahora “exigen” cambiar la definición de homeopatía en la RAE, porque les molesta que la definición incluya las palabras “médico” o “curativo”. Claro que si instituciones serias como la RAE tuvieran que obedecer a los intereses de unas cuantas decenas de perfiles de twitter (muchos de ellos “fake”, es decir falsos o duplicados) y no a los de la población, teniendo en cuenta que más de la mitad confía en la eficacia de la homeopatía…

Resistencias a antibióticos, cronicidad, universalidad de la atención, intrusismo sanitario, muertes por fármacos… Las terapias naturales bien podrían ser el menor de los problemas de la sanidad española. O quizás no se trata tanto de solucionar problemas como de salir en los medios: lo que hoy día se ha dado en llamar “postureo”, y una auténtica forma de distraer a la población. Entre las denominadas terapias naturales, la homeopatía resulta ser una privilegiada por recibir tanta atención (más aún que cualquiera de los problemas prioritarios), dado que el número de terapias que uno puede encontrar es de hasta 139 según el Anexo I del “Documento de Análisis de Situación de las Terapias Naturales del Ministerio de Sanidad”. Ojalá se fije en esto la RAE: para el Ministerio de Sanidad sí que son terapias.

Hay que tener en cuenta que la homeopatía, a diferencia de otras opciones terapéuticas, tiene reconocimiento legal a través de las leyes que regulan los medicamentos (Real Decreto Legislativo 1/2015) y los centros sanitarios(Real Decreto 1277/2003). Además, puestos a revisar los últimos casos aparecidos en la prensa, llama la atención (si uno pone atención o busca un poco más) que siempre se trata de casos en manos de personal ajeno a Medicina, o de tratamientos que resultan no ser homeopáticos.

Es curioso y cada vez más llamativo el exceso de interés que ponen distintos grupos de presión para que la atención se desvíe hacia la terapia (y en concreto mencionando la homeopatía aunque no tenga nada que ver); lo lógico sería priorizar el problema del intrusismo que puede potencialmente poner en peligro a los enfermos, así como la falta de regulación del sector. Claro que ya estamos comprobando que la prioridad no es solucionar los problemas más importantes sino hablar de los más mediáticos: ahí sí que hay que reconocerlo, la homeopatía se ha vuelto sorprendentemente mediática.

Todo este movimiento que ahora quiere alterar el significado tradicional de las palabras en el ámbito de la salud (atribuyéndoles significados, riesgos y consecuencias de forma bastante retorcida) tiene origen en un grupo (un lobby de presión) de implantación internacional que se autodenomina “escéptico” y que fija su atención en diversos temas para atacarlos sobre todo desde el punto de vista mediático y también en acciones políticas y legales amparándose en la cobertura del grupo. Los ideólogos son unos pocos, pero se valen de numerosas personas a las que atraen con su actitud dogmática hacia lo que algunos han llegado a denominar “la secta de los escépticos”.

La prioridad no es solucionar los problemas más importantes sino hablar de los más mediáticos: ahí sí que hay que reconocerlo, la homeopatía se ha vuelto sorprendentemente mediática.

Consiguieron mayor audiencia al integrarse en una “Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas” (APETP), ya que los pacientes, sobre todo los que sufren y además son engañados, merecen ser escuchados. Lo que no es tan evidente es que el caso que dio lugar a su nacimiento y que aún les abandera, nada tiene que ver con la homeopatía. Así lo han declarado varios jueces y ya no pueden seguir apelando más allá. Han interpuesto algunas denuncias a médicos homeópatas, y hasta ahora nunca les han dado la razón.

Todo este movimiento que ahora quiere alterar el significado tradicional de las palabras en el ámbito de la salud (atribuyéndoles significados, riesgos y consecuencias de forma bastante retorcida) tiene origen en un grupo (un lobby de presión)

Dado que hay personas que sufren el engaño de curanderos, creo yo que están errando el tiro cuando apuntan a las terapias y no a la cualificación de quien las practica. En este punto, los médicos nos debemos a un código deontológico que condiciona nuestra forma de ejercer la medicina de manera ética y correcta; ¡el problema es el intrusismo! Mejor sería ayudarnos a los médicos a luchar por una regulación adecuada del sector de las terapias (médicas) no convencionales, si lo que se quiere es proteger a los pacientes.

Este caso tuvo lugar en Burjassot, el mismo pueblo de Valencia de donde es natural nuestra actual Ministra de Sanidad lo cual explica una sensibilidad acentuada ante esta cuestión y la mención frecuente de esta situación ante la prensa. Pero permítame que le explique, señora ministra, que el terapeuta fue exculpado, que ni era médico ni usaba homeopatía, y que según la sentencia judicial trató de convencer al pobre Mario de que tratara su leucemia, una vez más, con quimioterapia.

¡El problema es el intrusismo! Mejor sería ayudarnos a los médicos a luchar por una regulación adecuada del sector de las terapias (médicas) no convencionales, si lo que se quiere es proteger a los pacientes.

Es usted médico, así que podrá entender el interés de que los pacientes (en particular los crónicos o graves) sean tratados por médicos: tenemos los conocimientos y la voluntad de poner todos los medios a disposición del paciente para procurarle las mayores probabilidades de curación o mejoría. Entre estos medios, la homeopatía es además compatible con los fármacos convencionales con los cuales no interfiere.

El caso es que esta asociación consiguió convencer a la OMC (Organización Médica Colegial o CGCOM) de que acogiera un “Observatorio OMC contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias”, cuyo primer documento fundacional llevaba por primer autor al propio vicepresidente de APETP, aunque no es médico ni tiene formación sanitaria.

Este informático dio un giro al informe del ministerio: éste se limitaba a describir las terapias y la evidencia científica encontrada para las importantes (si había evidencia es porque se evalúa científicamente, a diferencia de otras prácticas más esotéricas), y el observatorio automáticamente pone el prefijo “pseudo-” a todas ellas, de modo que parece falsamente   que fue el ministerio quien lo hizo. El Observatorio, no obstante, se pone de perfil a la hora de asumir responsabilidades sobre sus acciones y repercusiones según consta en el disclaimer de su web:

Los contenidos aquí expresados lo son a título exclusivamente informativos.

El CGCOM no se hace responsable de los daños y perjuicios que pudieran ocasionar la utilización de las herramientas e informaciones contenidas en esta web en relación con la adopción de decisiones sobre el inicio, desarrollo o resultado de procedimientos administrativos o judiciales.

La información y contenidos de esta web no podrán ser alegadas en procesos administrativos o judiciales, no asumiendo responsabilidad alguna por las discrepancias que pudiesen existir entre los documentos impresos de las Administraciones públicas competentes y la publicación electrónica de estas páginas.

El hecho es que el Observatorio no ha publicado ninguna estadística y no ha producido ninguna denuncia que resulte en consecuencias. Lógico, porque un médico que usa homeopatía trabaja de manera absolutamente legal (como se ha comentado está legislada en diversos aspectos). Es por eso que todas las acciones que se ponen en marcha contra la homeopatía son de tipo mediático, un fuego que produce poca luz, pero bastante calor y muchísimo humo… tanto que puede formar una cortina que desvíe la atención de los temas más importantes desde el punto de vista político y sanitario.

La nueva iniciativa de la APETP y del lobby del escepticismo radical es sugerir un cambio en el diccionario como si esto fuera de verdad a cambiar la percepción que el público tiene de la realidad que le rodea.

Todas las acciones que se ponen en marcha contra la homeopatía son de tipo mediático, un fuego que produce poca luz, pero bastante calor y muchísimo humo… tanto que puede formar una cortina que desvíe la atención de los temas más importantes desde el punto de vista político y sanitario.

Lo que pasa es que la diana son los medios y esta maniobra es sólo una excusa para incendiar la prensa una vez más, lleve o no lleve a alguna parte. Ya hemos comentado que todo gira en torno a los medios y no en torno a la verdad ni a la realidad, y este grupo cuenta con aliados en el sistema que les permiten iniciar una acción así sin ni siquiera solicitarlo formalmente a la Real Academia Española, tal como han reconocido abiertamente.

Pongamos que esta iniciativa progresa. Me hago algunas preguntas:

¿Vienen detrás las otras 139 terapias naturales recogidas en el informe del ministerio?

¿Eliminarán también todo término sugestivo de acción sobre la salud (medicina, terapia, sistema curativo, técnica terapéutica, etc)…

…La acupuntura y la Medicina Tradicional China, que invierte decenas de millones de euros en nuevos hospitales y universidades en Madrid y Barcelona?

…De la medicina ayurvédica, que junto a la homeopatía y otras se regula y se impulsa por su propio ministerio en la India, con cientos de millones de personas que se tratan así?

…De la fitoterapia, sabiendo que las plantas medicinales están en el origen de muchísimos medicamentos convencionales y forman parte de la rutina médica y farmacéutica?

¿Tendremos en España definiciones diferentes a las de los diccionarios inglés, francés o alemán, que mantienen las alusiones a la intención terapéutica de estas prácticas?

Seguramente no. Seguramente se trata sólo de dar visibilidad a la existencia y pretensiones de un colectivo de radicales del pensamiento único (en este caso tecnocientífico, o más bien cientifista) que ha encontrado en la homeopatía una manera fácil de disfrutar de las primeras posiciones de Google gracias a la popularidad de la homeopatía.

Un sistema curativo, una técnica terapéutica, una práctica dentro de la medicina, que tiene el potencial de capacitar a los profesionales sanitarios que se interesan por ella para que puedan ayudar aún más y aún mejor a los pacientes en los que consideren oportuno utilizarla.

“La homeopatía, a diferencia de otras opciones terapéuticas, tiene reconocimiento legal a través de las leyes que regulan los medicamentos”