No pensaba verme escribiendo de nuevo tan pronto en esta sintonía, pero es que las hordas de “no sé cómo llamarlos” se están viniendo tan arriba que es abrumador. Es que hasta Pfizer España arremete en Twitter contra la Homeopatía y se suma a toda esta campaña, muy bien orquestada y sostenida, contra…Bueno, en realidad ¿Contra qué es toda esta campaña?

A mí me parece que es mucho más interesante y constructivo generar campañas “a favor” de algo en vez de “contra” algo. Quiero decir que, a mí, por ejemplo, me parece mucho más interesante movilizarse a favor del derecho a la vida y a la dignidad de los animales que movilizarse contra las corridas de toros o contra la cría industrial de animales. Que viene a ser lo mismo, pero no, porque el matiz le da a cada movimiento su auténtica dimensión.

Yo entiendo que haya gente preocupada por la salud de la población y que ponga todo su empeño, tiempo y energía en velar por ésta. Pero cuando veo a toda esta gente (medios de comunicación, políticos, OMC, “divulgadores científicos”, tuiteros y demás sumados a la causa) invirtiendo tanto empeño y medios para acabar con terapéuticas como la Homeopatía, Acupuntura, Medicina Naturista u Osteopatía, lo que me pasa es que veo una campaña contra algo pero a favor de nada. Desde luego, a favor de mejorar la salud de la población, ni por asomo.

Yo voy a intentar explicarme y vosotros me diréis que os parece.

Sobre la nueva terminología acuñada 

Me parece fascinante: pseudociencia y pseudoterapia.

Lo de pseudo tiene que ver con algo que quiere ser sin serlo. Correcto. Mi pregunta:

  • Toda la investigación médica cargada de escándalos y fraudes, de intromisión de los laboratorios farmacéuticos velando más por beneficios que por la salud de las personas, con ocultación y manipulación de datos que han supuesto, en muchos casos, la salida al mercado de medicamentos peligrosos para la población.

Todo esto, ¿es ciencia o es pseudociencia?

  • Mantener y promover determinados actos médicos tan en controversia actualmente en relación con su eficacia en base a las mejores evidencias científicas de las que disponemos como son, solo por poner algún ejemplo, la lucha sin cuartel contra el colesterol como factor de riesgo cardiovascular, el cribado preventivo de determinados cánceres o el uso de los antidepresivos en buena parte de las situaciones de sufrimiento emocional.

Todo esto, ¿es terapia o es pseudoterapia?

Sobre las churras y las merinas

Otra cosa que me parece muy sospechosa de estos defensores de la salud pública es que les da igual Homeopatía, Medicina Tradicional China, Ayurvédica, Osteopatía, Yoga, Medicina Naturista, Hidrología, Fitoterapia, Meditación y técnicas de relajación que cualquier otra cosa que, además, haga cualquier persona.

Todo es igual y lo mismo, pseudociencia y pseudoterapias. Porque lo decimos nosotros, no importa que la OMS impulse y promueva su normalización en los sistemas de salud o que el Plan Bolonia inste a los estados de la UE a que incluyan algunas de ellas en sus planes de formación Universitaria o que muchos de los mejores hospitales del mundo, como el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, lo ofrezcan dentro de sus servicios de atención médica o que países comoSuiza, Francia o Alemania (por citar algunos y cercanos) lo incluyan dentro de su cobertura sanitaria pública.

Todo esto es pseudo, que lo decimos nosotros.

Sobre la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), otra vez 

A estas alturas el concepto de MBE se está convirtiendo ya en una buena idea que algunos están consiguiendo convertir en una tiranía, la tiranía de la evidencia.

Esta perversión de la MBE parte de una premisa que nos quieren hacer creer; que la medicina es una ciencia. Y esto es mentira y, además, es perverso porque pone a la medicina en manos de la ciencia, en general, de la “mala ciencia”.

Y porque quienes desarrollaron el concepto de la MBE sabían que la medicina no es una ciencia, sólo se apoya en ella, dotaron a este modelo de práctica clínica de tres pilares:

  • La investigación y todas las pruebas que a partir de ella pudieran surgir sobre cualquier medicamento o acto médico.
  • La experiencia de los profesionales sanitarios en relación a su práctica clínica cotidiana.
  • La percepción y la aceptación de esas prácticas médicas por parte de los pacientes.

Pues bien, la perversión que está tumbando una magnífica idea y que la está convirtiendo en “medicina ficción” es intentar hacernos creer que de esa ecuación, de esos tres pilares, el único valioso para la medicina es el primero. 

Y teniendo en cuenta que:

  • La ciencia solo ve lo que está preparada para ver en cada momento.
  • La ciencia, en la mayoría de los casos, está para explicar las cosas, no para demostrarlas.
  • El ser humano es algo que va mucho más allá de lo que “esa” ciencia puede abarcar, al menos hoy por hoy.
  • La medicina no puede ser una ciencia, o al menos “esa” ciencia, porque la medicina trata del ser humano y el ser humano va mucho más allá de lo que la ciencia puede explicar y entender hoy en día.

A mí, en este contexto de la ecuación, me parecen mucho más importantes para la medicina, precisamente, los dos pilares de la MBE que otros menosprecian hasta ningunearlos.

Y no yo a volver al punto uno, esto es: Y cuando hablamos de evidencias científicas; ¿De qué calidad de evidencias estamos hablando?  ¿Puede la investigación médica actual, gobernada por la industria farmacéutica, garantizar rigor en sus resultados? ¿Este es el pilar fundamental en el que los médicos debemos apoyar nuestra práctica diaria? Son preguntas abiertas, que cada cual responda, se responda.

Sobre la dimensión de las noticias en los medios, otra vez 

Yo creo que los medios de comunicación están para informar y los médicos para ayudar a las personas que sufren. Entiendo que los medios de comunicación y la sanidad pública no, pero que en los privados es lícito y razonable que tengan que buscar los beneficios que les permitan mantener su actividad. Lógico y razonable, cuando informar y curar-aliviar sean la prioridad.

En estos últimos días parece que una mujer ha ingresado en la UCI en un hospital de Jaén tras someterse a tratamientos de un médico naturista y homeópata. Este es el titular, sin el “parece” por supuesto, que ha aparecido en medios digitales, prensa escrita, radios y televisiones hasta el punto de que creo que no hay persona en este país que no haya oído hablar del tema. 

En muchos medios al médico se le ha puesto nombre y apellidos sin saber en qué va a acabar todo esto y sin saber muy bien qué tipo de tratamientos ni por qué motivo se estaban practicando. Por lo que cuentan, ninguna de las técnicas que describen tienen que ver con la Medicina Naturista, ni con la Homeopatía, ni con la Acupuntura pero que no sea por no nombrarlas.

Recientemente también un niño ha muerto, supuestamente, por la toma de un psicofármaco. Ninguno, ninguno, ninguno de mis pacientes, familiares o conocidos me ha comentado nada al respecto. Nadie se ha enterado, ni de ese ni de tantos casos de mala praxis y de errores médicos que generan tanto sufrimiento a las personas.

Y, ojo, lo que digo es que esto último me parece lo normal. Los médicos, en nuestro quehacer diario, nos equivocamos. Incluso teniendo siempre la mejor intención podemos tomar decisiones desproporcionadas a lo que el paciente necesita, no valorar adecuadamente su dolencia, no pedir una prueba necesaria o pedir una innecesaria que acaba produciendo más daño que beneficio.

Esas son cosas que pasan todos los días y que tienen que resolverse dentro del ámbito profesional, con rigor y con ánimo de mejorar para no volver a cometer los mismos errores. Si todos los errores médicos que causan daños a los pacientes fueran noticia, no se hablaría de otra cosa en los medios.

Y el argumento de algunos será:  – Pero es que no es lo mismo un error de la medicina científica que una pseudoterapia. No voy a insistir en eso porque creo que ya he dejado muy clara mi forma de entender la medicina y la ciencia actual, lo que es psedociencia y pseudoterapia. En este blog hemos dejado claro no, diáfano, que la Homeopatía es una terapéutica que cabe perfectamente en el ámbito de la MBE, pero de la de verdad.

Al final, la sensación que me queda de muchos, demasiados, medios es: Voy a hablar no sé muy bien de qué, pero voy a hablar¿Por qué hacen esto?

Sobre la caza de brujas, la santa inquisición y otras lindezas 

Creo, estoy casi seguro, que es la primera vez que hablo de inquisición y caza de brujas en algún texto pero es que creo que la situación que estamos viviendo se lo merece. Yo lo argumento y vosotros me decís.

Es que a mí me parece que la clave de este asunto, lo que lo delata, es la proporcionalidad o, mejor dicho, la falta de ella. Y también es un problema de sensibilidad selectiva. Me explico.

Yo entiendo perfectamente, por volver a una imagen anterior, que alguien con un gran amor por los animales esté entregado a intentar prohibir las corridas de toros. Lo que me resultaría muy raro es que esa misma persona no tuviera ninguna sensibilidad, ni le importara, ni reconociera ninguna otra situación en donde los animales sufrieran maltrato y dolor. Y entendería aún menos que esta persona se dedicara en cuerpo y alma a prohibir las corridas de toros porque y como si las corridas fueran el mayor problema de maltrato animal a nivel global.

Esta es la clave que a mí me hace sentirme perseguido.

  • ¿Todos esos medios que se están invirtiendo en atacar a los médicos que hemos decidido enriquecer nuestra práctica con terapéuticas no convencionales (bueno, no convencionales según dónde) o complementarias son proporcionadas, incluso pensando que pudieran ser un peligro para la salud pública, en relación a todos los graves problemas que tiene la medicina actual?
  • ¿Por qué tienen esa sensibilidad tan selectiva? Se rasgan las vestiduras con la Homeopatía y son completamente tolerantes con todos los escándalos alrededor de los medicamentos convencionales, esos medicamentos que sí que toman miles de millones de personas y que sí que suponen un verdadero problema de salud pública. Y no lo digo yo, lo dicen expertos mucho más documentados.

Y, ojo de nuevo, que el mejor medicamento es el que necesita el paciente en cada momento y puede ser un medicamento homeopático o de otro tipo. La cosa es poner la atención en los problemas o mirar para otro lado.

¿Os suena el concepto “cortina de humo”? Pues a mí me da que esta persecución va de esto.

Sobre qué hacer en estos momentos que vivimos 

Uff, pues no sé. El epígrafe ya lo he abierto pero las respuestas no creáis que las tengo.

Solo tengo algunas ideas. A ver qué se os ocurre a vosotros.

Yo creo que, básicamente, tenemos razón porque lo único que decimos es quela medicina es mejor cuando sumamos terapéuticas con probado beneficio clínico y son utilizadas por profesionales debidamente cualificados. Pero esto no quiere decir que parte del problema de la percepción que pueda tener mucha gente sobre la Homeopatía no tenga que ver, en buena medida, con la forma en la que hemos podido hablar sobre ella.

Necesitamos una buena dosis de autocrítica y eso, me consta, lo estamos haciendo. Hay que seguir con humildad y serenidad. 

  • Mirar a largo plazo.

El cortoplacismo es muy mal consejero pero también es cierto que cuando estás viviendo un momentazo como el actual puede costar mucho tomar perspectiva, sobre todo si te está afectando en lo personal.

El pensamiento único ha golpeado otras veces y aquí seguimos porque siempre habrá pacientes que nos reclamen y necesiten.

En tiempos como estos, resistir es vencer.

  • Seguir unidos, cada vez más unidos.

Y por ahí creo que también vamos caminando en la dirección y el sentido adecuado. No cejar, no perder de vista que lo que nos une es siempre mucho más importante que las discrepancias que a veces podamos sentir que tenemos.

  • Acercarnos, construir puentes.

Hay muchas personas hacia las que un acercamiento es imposible, lo sé. Esto no va con ellos. Pero hay muchísimos compañeros, familiares, pacientes, conocidos, amigos que cuando tienen la oportunidad de escucharnos fuera de toda la corriente de intoxicación informativa a la que se ven sometidos descubren un mensaje y una realidad coherente y deseable.

  • Brillar, no oscurecernos.

No es fácil mantenerse elegante y respetuoso cuando los otros no lo hacen. Cuando sabes que manipulan la información, cuando atacan tu dignidad, cuando te calumnian e insultan. Pero, precisamente, yo creo que esa debe ser nuestra “marca”. Porque no necesitamos más. Los hechos nos avalan.

  • Trabajar, trabajar y trabajar. Seguir trabajando.

Con ilusión y con alegría. Sé que no es siempre fácil, lo digo de corazón, pero en estos tiempos la verdad es que mi mayor consuelo siempre son mis pacientes, todas esas personas que te dicen que desde que usan la Homeopatía su salud ha mejorado. Pacientes que acuden a nuestras consultas, amigos, familia, personas que se sienten afortunadas por conocer a un médico que utiliza la Homeopatía como un recurso más.

Y no digo más, por ahora.