La lista de famosos que se tratan con estos medicamentos es inmensa, pero llama la atención que los de mayor influencia, sean los más defensores de la homeopatía.
La relación del escritor con esta terapéutica es curiosa, a este colombiano, considerado uno de los mejores escritores de América del Sur de los siglos XX y XXI, Nobel de literatura en 1982, se le conoce principalmente por su novela, “cien años de soledad”, y mucha de su literatura está basada en su vida real.
Su padre era farmacéutico y médico homeópata, a finales de 1934, don Gabriel E. García montó una farmacia y ejercía la medicina como homeópata, así que Gabo, como se le llamaba popularmente al Nobel, conocía bien esta terapéutica, en muchas de sus obras se detiene en enfermedades, en la medicina y en los médicos.
En “amor en los tiempos del cólera” el Doctor Juvenal Urbino, es perfectamente definido, usando un lenguaje médico, difícil para quien no sabe de esta materia, y es que los padres de Gabo, desearon que fuera médico, y parece ser que leyó y estudió muchos libros de medicina, sin llegar a ser médico nunca. Sólo así se pueden comprender algunas frases de sus obras:
“El bisturí es la prueba del fracaso de la medicina”. Respecto a la diabetes, afirma que “es demasiado lenta para acabar con los ricos”; que “la pobreza es el mejor remedio para acabar con la diabetes”, y que los edulcorantes artificiales son “azúcar pero sin azúcar, algo así como repicar pero sin campanas”.
De la vejez dice que “es un estado indecente que debía impedirse a tiempo”. Además, que “las enfermedades mortales tienen un olor propio, pero ninguno tan específico como el de la vejez”.
De la misma manera, en un cuento autobiográfico, “Serenata: cómo mi padre ganó a mi madre”, escribió: “en el transcurso del año, Gabriel Eligio renunció a su digna profesión de telégrafo operador y dedicó su talento como autodidacta a una ciencia: la homeopatía”. Evidentemente, se refería a su padre quien cursó algunos estudios de Farmacia y Medicina, centrándose en la homeopatía.
El escritor nos lleva a un mundo mágico, nos cuenta historias basadas en su propia vida, pero contadas de una manera hipnótica. Sus personajes relacionados con la medicina son entrañables.
La historia nos dice que siempre han sido líderes de toda clase, los más firmes defensores de la homeopatía, y existen en Europa, escritores famosos que se han tratado con homeopatía: Johann Wolfgang von Goethe, Fiódor Dostoyevski, Charles Dickens, George Bernard Shaw, entre otros muchos. Es un hecho que personajes de éxito en la actualidad se tratan con estos medicamentos.
Es de esperar que la terapéutica de las ultradiluciones, sea cada vez mas popular, pues es francamente útil, curando sin efectos secundarios y de una manera integral y respetuosa con el cuerpo humano, pudiendo siempre combinarse con los medicamentos clásicos.