Como médico no creía en la homeopatía hasta que vi sus resultados en mi hijo.

El problema de salud de este niño era uno de los más frecuentes que nos encontramos en la consulta; cuadros catarrales-asmáticos de repetición a pesar de seguir un tratamiento de base con inhaladores mañana y noche. No voy a pormenorizar en el caso porque no es a lo que voy. Pero lo dicho, el pan nuestro de cada día en las consultas.

Como decía, al cabo de un invierno completamente diferente a los que estaba tristemente acostumbrada esta familia, en esta última revisión el padre del niño, médico, se anima a venir a la consulta y me confiesa, a la vez contento y asombrado, que ante la evidencia de los hechos había cambiado de opinión con respecto a la Homeopatía. Además, me dice que ya conocía en su centro de salud a otros compañeros que también la utilizaban. Estuvimos charlando un rato sobre el tema y me preguntó, incluso, como era la formación para aprender a manejar estos medicamentos, viendo los resultados. Y es que no hay nada como los hechos para tumbar todas las teorías, sobre todo cuando esas teorías se apoyan en prejuicios y desinformación. Y tampoco hay nada como los hechos para abrir las mentes…de quienes quieran ver, claro.

Y como me pareció un hombre muy accesible le hice esa pregunta que siempre me viene cuando debato sobre la Homeopatía con algún compañero detractor:

¿Por qué no nos creéis cuando somos más de 10.000 médicos, solo en España, los que os decimos que los medicamentos homeopáticos son útiles en la práctica diaria? ¿Sinceramente pensáis que os mentimos? ¿Sinceramente pensáis que seguiríamos usando medicamentos homeopáticos, con nosotros, con nuestras familias, con nuestros pacientes, si no fuera porque vemos sus resultados? Sencillamente, como los vio este compañero en su propio hijo.

Creo que estamos viviendo un momento de crisis en la medicina occidental, pero de crisis en el sentido más constructivo de la palabra. Así, mientras que el concepto de la Medicina Integrativa cada vez va ocupando un lugar más presente en la práctica médica, otra parte del colectivo sanitario niega el valor de terapéuticas como la Homeopatía, la Acupuntura, la Osteopatía o la Medicina Naturista y el Higienismo apoyándose en el paradigma de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE). Argumentan que toda terapéutica, medicamento o acto médico que no haya demostrado científicamente su eficacia debe ser descartado de la práctica médica.

Lo primero; la MBE no postula eso. La MBE es una estrategia médica que lo que busca es proporcionar al paciente el mejor tratamiento posible apoyándonos en:

  • Las evidencias y estudios clínicos que tengamos en ese momento sobre ese tratamiento.
  • La experiencia acumulada sobre ese tratamiento en la práctica clínica de los profesionales.
  • La respuesta y percepción que tengan los propios pacientes de dicho tratamiento.

Sostener que la MBE y todo acto médico solo ha de apoyarse para ser válido en la primera de las patas del trípode que la forman es no saber que es la MBE o no saber en qué grado de evidencia científica se apoyan casi el 90% de los actos médicos cotidianos que realizamos los médicos o no haber practicado jamas la medicina, esto último muy frecuente entre los detractores de la Homeopatía.

Y cuál es la fuerza que tiene hoy en día la Homeopatía en el contexto de la MBE. Vamos a verlo “pata por pata”:

  • En relación a la experiencia clínica llevamos más de 200 años de práctica clínica tratando pacientes con todo tipo de patologías y a lo largo de todo el mundo. Actualmente prescriben medicamentos homeopáticos más de 250.000 médicos en todo el mundo y los utilizan más de 300 millones de pacientes.
  • En relación a la percepción que tienen los pacientes de la Homeopatía, el 99% por ciento de los usuarios habituales se muestra satisfecho de los resultados obtenidos y el 85% de usuarios ocasionales tienen la misma percepción. Todo esto teniendo en cuenta que en España uno de cada tres españoles ha utilizado en algún momento medicamentos homeopáticos.

Y cuando se pregunta cuál es la causa por la que abandonaron el tratamiento, la respuesta más repetida es porque se solucionó el problema de salud que consultaban.

  • Y en relación a las evidencias científicas que hasta el momento tenemos solo un dato, porque no este el interés de este post; en seis de los metaanálisis globales de los que disponemos actualmente, cinco dieron resultados positivos para la Homeopatía y el que dio un resultado negativo tuvo que corregirse al comprobar fallos de método. Y la propia OMS afirma que “La mayoría de los artículos publicados, tras revisión por pares, en los últimos 40 años habían demostrado que la Homeopatía es superior al placebo en ensayos controlados con placebo, y que este efecto es equivalente a los fármacos convencionales en el tratamiento de enfermedades, tanto en humanos como en animales”.

A estas alturas de la ciencia y de la medicina (sabiendo, además, como se investiga, pero ahí no voy a entrar) que haya gente que defienda la evidencia científica como único aval de cualquier práctica médica me parece incomprensible. En medicina, cuando la ciencia ocupa ese lugar absoluto y totalitario deja de aportar luz a nuestra práctica para convertirse en algo que nos aleja de la realidad de nuestros pacientes.

Yo soy un firme defensor de la MBE porque creo que escuchando a los pacientes, a los sanitarios e investigando sin descanso y con rigor y transparencia, esa será la manera en la que conseguiremos acercarnos a la mejor medicina e integrar en ella a todas las herramientas, todas las terapéuticas valiosas para nuestra práctica diaria. Si los ensayos clínicos y las evidencias de laboratorio se vuelven los únicos valedores de la medicina volveremos a una época oscura de la que yo no voy a participar. Yo no quiero esa medicina, ni como médico ni como paciente.

Yo entiendo, sinceramente entiendo, que a muchas personas les cueste comprender que unos medicamentos, los homeopáticos, tan diferentes a los convencionales puedan ser tan eficaces y seguros como decimos que son quienes los usamos. Pero lo cierto es que funcionan porque tenemos evidencias científicas y experiencia clínica que lo demuestran y el “la Homeoaptía no funciona porque es imposible y, además, no me da la gana” no es un criterio válido en el contexto de la MBE.

El hijo de mi compañero, de la misma manera que los hijos de tantos otros padres, sigue evolucionando bien. Desde que toma medicamentos homeopáticos está más sano y sus padres consideran que seguir utilizándola vale la pena. Su padre es médico, igual que yo, y los dos sabemos, y lo hemos hablado, que si en cualquier momento considerásemos necesario utilizar cualquier otro tratamiento así lo haríamos. Pero también estamos de acuerdo en que en la medida que podamos mantener el status de su hijo tal y como va hasta el momento usando medicamentos homeopáticos, pues mucho mejor. Porque esa será la mejor medicina.