Tratamientos HomeopáticosVeterinarios, por Gemma Hervás, Veterinaria homeòpata
Empecé a usar la homeopatía por casualidad (aunque no creo en las casualidades).
Un día vino a verme un veterinario comercial o visitador médico a la clínica donde trabajaba. Me trajo unos medicamentos homeopáticos y me dijo que los probara.
Los probé, y quedé fascinada ante los resultados de esta terapéutica.
Esto fue en 1998. Así fue como me adentré en el mundo de la homeopatía.
Durante estos 10 años, a medida que he ido profundizando más y más en el estudio de la homeopatía, he ido encontrando más y mejores aplicaciones en ella para mis pacientes; tanto es así que hoy, para mí, la medicina alternativa es la medicina tradicional, y mi primera elección es siempre la homeopatía.
Para los que ya la conocen, les gustará saber que su animal también puede sanarse con homeopatía.
Y si todavía no lo tiene del todo claro, siga leyendo.
¿Por qué homeopatía?
La respuesta es simple: porque funciona.
Y además de eficaz, actúa rápido, no tiene efectos secundarios y es barata.
¿Por qué, entonces, su uso no está más extendido?
La homeopatía ha sido siempre atacada y perseguida.
Desde sus comienzos, fue atacada porque su creador, Samuel L. Hahnemann, un médico alemán que, frustrado por los malos resultados de las terapéuticas médicas de aquella época, dejó de practicar la medicina para ponerse a investigar (y descubrir la homeopatía); no sin antes criticar duramente a los más destacados médicos de las cortes europeas.
Hoy día, los intereses económicos que mueven la industria farmacéutica también ponen trabas a la divulgación de la homeopatía, sobretodo por tratarse de una terapia barata.
Pero como dijo un Ministro francés hace más de 150 años:
Nació en 1790 y aquí sigue, ¿se animan?