Hay que ver lo bobos que son los homeópatas. Son una especie de médicos raros que quieren curarnos sin darnos, según dice mi vecina Pepi, más que unas bolitas de azúcar, como cuando éramos pequeños nuestra madre nos decía aquello de “sana, sana, culito de rana….. ” y nos íbamos tan contentos a la cama, como si el porrazo que nos habíamos pegado en la cabeza con la litera, se hubiera esfumado por arte de magia. Tienen la osadía de decir que con cinco bolitas pequeñas pequeñas, nos van a curar de los males que la divina alopatía no ha sido capaz de curarnos después de varios años tomando un montón de pastillas, jarabes e incluso inyecciones, que no veas lo que duelen.

Es muy raro que en vez de estar contigo cinco segundos casi sin darle tiempo a mirarte a los ojos, y saber en un instante lo que te tienen que prescribir como hacen en el seguro, se paren contigo más de una hora, te llamen por tu nombre y se preocupen por cómo fue el embarazo de tu madre cuando te esperaba, por cómo pasaste tu infancia y qué sucesos te marcaron cuando eras pequeño, por cuándo comenzaste a ponerte malo, por si se modificó tu carácter desde que estás así o si había sufrido cambios previos por alguna razón, por cuando te duele lo que te duele, y además tienes que hartarte de pensar para decirles cómo te duele, para qué narices querrán saber todas esas cosas…… Te preguntan si hay estaciones en el año en la que lo pasas peor, qué cosas te hacen mejorar tus molestias, cómo comes y qué cosas deseas comer, cómo son tus deposiciones, si bebes, si orinas mucho o poco y de qué color es tu orina, si sudas, si huele tu sudor….. Te siguen preguntando por tu piel, tu pelo, tus reglas, tus mocos…… y además se paran a preocuparse por cómo entiendes la vida, o desde qué óptica te enfrentas a ella. Quieren saber cómo duermes y qué sueñas, cómo te afectan las temperaturas, si tienes pareja y relaciones sexuales, y si disfrutas o nó con ellas, vamos que les falta preguntarte el número de tu DNI!!!!

Luego por si fuera poco tanta pregunta, van encima y te exploran: te miran los ojos, los oídos, la piel, hasta una pequeña verruguita que ni te habías dado cuenta de que la tenías, ellos van y te preguntan desde cuándo la tienes (pues yo que sé!!!), te miran la lengua y se fijan en su tamaño, color, de qué está cubierta o si tiene los dientes marcados en los bordes….. te huelen el aliento, te miran la garganta y te tocan el cuello. Te auscultan, te palpan la barriga, te miran las venas de las piernas, la columna, los pies, vamos, que no te dejan un centímetro del cuerpo sin haber pasado un examen minucioso.

Y encima después tienen que estudiar los síntomas que han recogido, claro, con tanto fijarse en cosas tendrán al final una información como para hacer un retrato robot al dedillo de tí. Tienen que seleccionar los síntomas que han recogido y ver los que sean especiales tuyos, no les vale con que a todo el mundo le ocurre igual, sino lo que te pasa a ti en especial. Van luego y los meten a un programa de ordenador en el que hay miles de síntomas y miles de remedios homeopáticos que los han averiguado probando los remedios en personas sanas  (madre mía, sí que están locos!), y después ese programa les dice qué medicamentos son los que con mayor proporción cubren los síntomas que presentas, y entonces entre los que salen, tienen que seleccionar el más semejante a la totalidad de tu cuadro clínico.  Y esos programas de ordenador encima he oído que cuestan una pasta, no te creas que son las apps estas que te descargas de forma gratuíta en el móvil!

Luego deben elegir lo que le vienen a llamar “potencia” que es el numerito que lleva detrás el medicamento que te mandan: 30 CH, 15 CH, 6 LM, 200 K, vaya, un jeroglífico absoluto que no hay quién se entere de lo que significa, y además decidir a ver si te mandan gránulos o glóbulos, esos que son tan chicos que en seguida me voy a creer que sirvan para algo!!!!

Pues todo eso para al final darte esas bolitas que dicen algunos que sólo tienen azúcar. Y digo yo, si eso es así qué más daría que te den la primera que pillen, si al final sólo son azúcar !!! Hay que ser raro para detenerse tanto….. no habrán caído en la cuenta de que el efecto placebo va a ser lo mismo te tomes lo que te tomes?? Con que te atendieran con simpatía quince minutos, ya tendrían ganada tu voluntad y no harían falta tantas preguntas que se hacen un poco pesados vaya…..

Pero lo que más raro me parece, es que a mi hijo de dos meses le funcionen tan bien los granulitos…… Creo que me voy a tener que ir preparando y ahorrar para poder pagarle psicólogos, porque este niño me dá que es demasiado sugestionable……