Yo soy de los que piensan que las teorías no pueden ocultar la evidencia. Y la evidencia es que la homeopatía es eficaz o, como se diría coloquialmente, funciona. Y digo la evidencia porque diariamente comprobamos como millones de pacientes en el mundo tratados por miles de médicos de todas las especialidades concluyen que la homeopatía y sus medicamentos mejoran su salud.
Hay un pensamiento chino, que a mí me inspira habitualmente, que dice algo así: “Cuando comprendemos las cosas, las cosas son como son y cuando no comprendemos las cosas, las cosas son como son”. Y lo que suele ocurrir muchas veces es que cuando no entendemos algo tendemos a negarlo aunque la evidencia nos esté demostrando lo contrario.
La homeopatía es una terapéutica médica que comienza a desarrollarse en un momento de la historia en el que la medicina se apoyaba mucho más en creencias y en dogmas que en conocimientos científicos. Y en ese contexto el Dr Hahnemann se plantea verificar una observación que se repite en numerosos textos de medicina clásica. Y esa observación era que las mismas sustancias que producían unos síntomas se acababan usando para tratar esos síntomas a condición de que se usaran a dosis más bajas de las que producían la enfermedad. Y se puso a ello usando dosis bajas y muy bajas de esas sustancias que producían enfermedad y comprobando que, sistemáticamente, mejoraban esos mismos síntomas en personas enfermas.
En ese momento de la historia el método homeopático se convierte en lo más parecido al método científico que existía en la práctica médica. Un método, el homeopático, que se basaba en un principio fundamental en ciencia; la verificación de la repetición de un mismo fenómeno cuando se dan condiciones similares. Es decir, que cuando dabas a una fiebre de unas características concretas Belladonna a dilución homeopática esta fiebre siempre mejoraba y no ocurría esta mejoría cuando le dabas al paciente una dilución de otra sustancia que no provocara ese tipo de fiebre.
Y en base al conocimiento de los efectos toxicológicos que producían determinadas sustancias sobre el ser humano sano y la observación de los efectos terapéuticos de esas mismas sustancias a dosis homeopáticas en el enfermo es como la homeopatía fue desarrollándose.
Llegamos al momento actual y nos encontramos con que la homeopatía se ha convertido en una terapéutica médica y veterinaria (y también tratamos a las plantas) con más de 200 años de desarrollo y de experiencia y avalada por estudios científicos sujetos a las normas de rigor científico actuales.
Que ya sepamos a ciencia cierta que la homeopatía es una terapéutica eficaz y segura no significa que sea una realidad cerrada y acabada, ni mucho menos. Los médicos homeópatas seguimos debatiendo sobre innumerables aspectos de la práctica y de los principios teóricos de la homeopatía.
Es más, como ocurre en todas las experiencias humanas, entre los propios médicos homeópatas hay corrientes opuestas en relación a diversos aspectos de la práctica de esta disciplina médica.
Ya existe investigación que explica algunos aspectos de la acción de los medicamentos homeopáticos y otra mucha investigación que corrobora la eficacia y la seguridad de estos medicamentos. Pero todos estamos de acuerdo en que aún falta muchísimo por conocer y que más investigación, a todos los niveles, es imprescindible para seguir desarrollando todo el potencial de la homeopatía.
Pero hay algo en lo que todos los médicos que usamos estos medicamentos en el cuidado de la salud de nuestros pacientes coincidimos y es en su eficacia y su seguridad. Hace falta y queremos seguir investigando, sí.. Hay aspectos que aún no entendemos del todo, seguro. Hay discrepancias en determinados aspectos del uso de esta terapéutica entre los médicos homeópatas, pues claro. Pero, ¿es qué esto mismo no ocurre en cualquier disciplina médica y científica?. Y ocurrirá siempre en cualquier realidad humana inacabada, en desarrollo, en evolución, como lo es la homeopatía.
Como suelo decir, la Tierra es redonda y la homeopatía funciona. Hay muchísimas cosas sobre las que hablar y debatir, discutir y profundizar, investigar y comprender aún en la homeopatía pero dejemos de gastar tantas energías en lo evidente.
La Tierra es redonda y la homeopatía funciona, ¿podemos pasar ya a otra cosa?