Hace 25 años que trabajo como médico de familia en la sanidad pública y me llama la atención la preocupación desde el CATSALUT sobre la polimedicación. Es un gran problema pero ¿se reflexiona cual es la causa? Siendo un país entre los más altos de la franja europea, ¿por qué tenemos un índice de medicalización tan alto?

Está claro que la polimedicación se da preferentemente en pacientes ancianos. En nuestro caso una persona mayor de 65 años puede consumir al día entre 7 y 13 fármacos diferentes. Desde mi punto de vista, este hecho es consecuencia de la educación sanitaria que estamos dando a nuestros pacientes, de la medicina que estamos practicando los médicos y de la especialización.

Un paciente asiduo al ambulatorio significa que tiene varias patologías. Cada especialista, en general, da un tratamiento sin tener en cuenta la medicación previa, las posibles interacciones o la función renal de dicho paciente (el cual se deteriora con la edad). Pero por otro lado los pacientes y familiares esperan una respuesta de este nivel.

Como médico, como familiar y como propio paciente hace años que me plantee el deber de ampliar esta visión. Se deben buscas otras maneras de abordar la enfermedad ayudando a los pacientes en todos los aspectos.

En la década de los 50 se empezó a hablar de la Medicina Psicosomática, aquella que relaciona el estado emocional con el corporal. Se establecieron entonces siete enfermedades de este tipo (úlcera, colitis ulcerosa, hipertensión, artritis reumatoide, hipotiroidismo, neurodermitis y asma) que poco a poco fueron aumentando en número. Una evidencia científica de este hecho se puede encontrar en los linfocitos, células inmunitarias que tienen receptores hormonales y neurotransmisores. Como se ve, este hecho indica que funcionamos como “un todo y en red”.

Esto ya se sabía antiguamente. Voy a recordar a Platon, en el diálogo de Carmides: “para los médicos de Tracia no debe emprenderse la cura del cuerpo sin el alma…. si muchas enfermedades se resisten a los esfuerzos de los médicos helenos, procede de que desconocen el todo, del que por el contrario debe tenerse el mayor cuidado, porque yendo mal el todo, es imposible que la parte vaya bien “

Entonces, ¿por qué seguir tratando únicamente el síntoma? ¿Es tan raro que haya médicos que busquen otras maneras de abordar al paciente desde un punto de vista más integral, teniendo en cuenta el componente psicoemocional?

La medicina homeopática atiende  a esa individualidad, a esa manera de vivir las diferentes situaciones y esa peculiaridad de reacción de cada uno. Por eso me empecé a interesar por la Medicina Homeopática y me traté con medicamentos homeopáticos. Hasta la fecha no se han descrito reacciones adversas y estos medicamentos se incluyen en el consejo profesional sanitario para pacientes de todas las edades. Una opción a tener en cuenta frente a la cirugía o las “bombas hormonales” de la medicina convencional.